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En San Adrián de Sasbe comienza la ruta circular al Cubilar de las Vacas, excusa perfecta para pasar un día perfecto |
En esta página, vamos a describir la RUTA CIRCULAR AL CUBILAR DE LAS
VACAS, además de ofrecerles distintos enlaces donde poder descargar más
información de esta preciosa ruta.
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Lirios que colorean en primavera el entorno de la ruta |
Esta ruta
circular que os vamos a describir nos permite adentrarnos en los bosques del
Valle de Borau desde uno de sus puntos más mágicos y escondidos: La ermita de
San Adrián de Sasabe. Este lugar, fundado a finales del siglo IX, sirvió de
sede al primer obispo del
condado de Aragón y todo lo que queda en la
actualidad es la iglesia
románica, originaria del siglo XII,
pero a sus alrededores y en este cruce de
barrancos tan especial, es seguro que queden
ruinas enterradas de un antiguo monasterio.
A continuación os dejamos un par de enlaces
desde los que poder adentrarnos más en la historia de esta enigmática ermita,
donde se cuenta que el santo grial paso una noche, y cuya localización comparte
algo místico entre este triángulo románico que forman Santa María de Iguacel,
San Juan de la Peña y Sasabe:
http://www.romanicoaragones.com/0-Jacetania/50-Sasave.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_San_Adri%C3%A1n_de_S%C3%A1save
Para comenzar la
ruta, cruzaremos el barranco por la pista asfaltada donde veremos el primero de
los carteles direccionales del Parque Natural de los Valles, que nos indica la
pista a seguir para elegir las dos posibles rutas que tenemos más adelante: La
senda de Troncito o la ruta circular de 7,5 kilómetros al Cubilar de las Vacas.
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Carteles al inicio de la ruta, nos vamos a la izquierda |
Poco más adelante y en un cruce de pistas,
continuaremos recto y dejaremos a nuestra izquierda la pista por la que
saldremos al finalizar la ruta, y a nuestra derecha otra pista que tampoco
deberemos coger, ya que conduce a un campo privado. Continuamos recto,
siguiendo las marcas de sendero local (blanca y verde)
y la pista continua aproximadamente durante 1
kilómetro , dejando atrás el desvío de la bonita senda de Troncito. Así
llegaremos hasta el desvío desde el cual la
pista se convierte en un agradable sendero húmedo
que continúa atravesando antiguos muros
por la margen izquierda del barranco del
Calcil. Es asombroso imaginarse este bosque y campos
del Valle apenas una treintena de años atrás,
cuando era diariamente utilizado por los habitantes del Valle, ya sea para su
tareas
cotidianas de ganadería o para
acceder a los distintos rincones y pistas que la extracción maderera
exigía.
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Marcas de Sendero Local en el recorrido circular |
La senda
serpentea cerca del barranco del Calcil, que debe su nombre a la cantidad de
cal que por este lugar discurre, pequeños riachuelos pueden inundar parte de la
senda, aportando colores cálidos como naranjas o amarillos a este paisaje
sombreado y verde, oculto bajo el sombrero de los pinos silvestres que durante
1,5 kilómetros nos adentrará en las
antiguas trochas de madera, utilizadas para portar y extraer los pinos talados
con ayudas de los mulos que el hombre utilizaba en estas labores. Una de esas
trochas de madera es la que nos deposita en la pista del Terreraz, donde giraremos
a nuestra izquierda durante unos 200
metros, para desviarnos de nuevo a la altura de un cartel direccional que nos
invita a serpentear por el bosque de nuevo.
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Muros de losa, testigos de otra época |
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El Calcil... |
Una nueva trocha
de madera, cada vez más húmeda nos deposita
tras recorrer otros 800 metros y ganando altura poco a poco en el abrevadero de los Aguachinales, donde
podremos refrescarnos y rellenar nuestra cantimplora. De nuevo un kilómetro de pista nos conducirá
hasta el "plano" del Cubilar de las Vacas, lugar idílico, verde,
despejado y protegido por el pinar. Aquí no podemos dejar pasar la oportunidad
de hablar del pasado y el presente de la localidad de Borau.
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En el plano del Cubilar de las Vacas, ideal lugar para reposar en su refugio cuidado. |
¡Continuamos
nuestra ruta!, esta vez, para descender de nuevo hacia el punto de partida,
eligiendo esta vez una nueva trocha de madera que señalizada con un poste del
Parque Natural, nos deja descubrir rincones húmedos y un sotobosque poco
poblado gracias a las labores de saca de madera y de la propia poda natural del
pino, que a pesar del abandono de esta actividad aún podemos disfrutar de sus
ventajas, como es esta aspecto sano y agradabe que tiene el pinar. También
estamos andando sobre un suelo rico en materia orgánica, ideal para ver durante
la primavera y el otoño como el cuerpo
fructífero del hongo: la seta, que nos
deslumbra con su cantidad innumerable de especies, colores, formas....y sabores. Así, seguimos serpenteando siguiendo
la ruta marcada hasta que de nuevo aparecemos en la pista de Terreraz, que a
nuestra derecha continúa hacia el término municipal de Aisa, pero que nosotros
cruzaremos recto para dirigirnos de nuevo hacia el Monasterio de San Adrián de
Sasabe. De nuevo penetramos para acceder
a la senda por una antigua trocha de madera que también comparte
"linde" con antiguos campos de cultivo, hoy clareados y agradecidos,
ya que las vistas desde aquí hacia el Valle de Borau son espectaculares. Esta
bajada bien merece una nueva explicación de lo que vamos viendo: un pequeño
valle como es el de Borau, no tan abierto al Norte como sus vecinos el del
Aragón y el de Aisa, y por lo tanto, con un clima más agradable, más protegido
a los frentes que vienen de norte.
Continuamos
descendiendo hasta que comenzamos a ver de nuevo nuestro punto de salida, los
quejigos se alternan con el pino, debido a la orientación sur de esta parte de
la bajada. Losas de arenisca inundan el camino hasta que llegamos a unos
escalones que nos dejan junto al desvío del inicio de la ruta.
Descargate el Track y más información de la ruta
AQUI!!
Más fotografías de la ruta:
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Muros tapados por el musgo y el deshuso. |
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Las Primaveras (primula veris), las primeras en llegar |
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El Pino Royo no tiene comparación en estos bosques, antiguos testigos de la extracción maderera |
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Giramos a nuestra derecha, siguiendo las marcas de Sendero Local |
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Inicio de la ruta circular |
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Las sendas recorren por antiguas trochas de madera durante buena parte del recorrido |
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Caminar, disrutar, observar |
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En los Aguachinales, recién llegados a la pista del Cubilar |
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Orquideas y color |
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Agua refrescante en el plano del Cubilar |
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Mojones indicadores del camino a seguir |
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Bajando por el cerro, la senda se torna más "mediterránea, más calurosa, por ello es mejor realizar el camino en la dirección recomendada. |
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Vistas al Barranco del Calcil |
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Finalizamos la ruta al llegar de nuevo al parquing de San Adrián de Sasabe |
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